Violencia psicológica hacia el hombre

 Violencia psicológica hacia el hombre 

¿Cómo es el maltrato psicológico hacia el hombre?

Por tanto, los síntomas del maltrato psicológico en hombres son: Desvalorización: aquí encontramos la ridiculización, las descalificaciones, las trivializaciones, las oposiciones y el desprecio. Hostilidad: tipos de conductas hostiles serían los reproches, los insultos y las amenazas

¿Cómo saber si un hombre es maltratado?
Te golpea, patea, empuja, abofetea, estrangula o hiere de cualquier otra forma a ti, tus hijos o tus mascotas. Tu pareja te obliga a tener relaciones sexuales o realizar alguna práctica sexual en contra de tu voluntad. Te culpa por su comportamiento violento o te dice que te lo mereces.

Está claro que el hombre es el gran olvidado en este tema. Socialmente se considera el sexo fuerte y es por ello que queda desprotegido. Se supone que un hombre tiene que ser capaz de impedir cualquier tipo de maltrato y ser capaz de defenderse él solo. Pero no siempre es así. Muchas veces porque la ley suele proteger a la mujer y ellos lo saben. No se atreven a denunciar ni a expresar que sufren maltrato porque quedarían por debajo del betún, es decir, muchas veces no lo hacen por vergüenza o por la humillación social que eso supondría además de la falta de credibilidad. Por otra parte, tampoco hay asociaciones ni ayuda de algún tipo a los hombres que sufren este problema, no hay un teléfono al hombre maltratado ni saben donde recurrir. La falta de conciencia social, el miedo, el sentido del ridículo y debilidad son un cóctel demasiado fuerte para dar la cara y enfrentarse al problema.

No obstante, son muchos los chicos y hombres que vienen a terapia sufriendo algún tipo de maltrato psicológico por parte de sus parejas aunque esto nunca es el motivo de consulta. Suelen venir por problemas con las relaciones sociales, depresión o ansiedad. Es tal la vergüenza por asumir que son maltratados, que intentan ocultarlo incluso en el espacio de terapia. 

¿Cuáles son las formas de maltrato más habituales?

  • Pareja multiusos: Te das cuenta de que no tienes tiempo libre ni de ocio; tienes un exceso de responsabilidades. Todo lo que haces es trabajar y cuando sales del trabajo debes seguir trabajando en casa. No tienes tiempo para hacer nada que no sea obligaciones y cuando lo haces, tu mujer te recrimina que no haces nada o que no te has acordado de hacer algo. No tienes respiro y se te machaca por los errores cometidos. Por ejemplo: "¿A que no te has acordado de sacar al perro?" O "¡No sabes ni lavar platos, te has dejado restos de comida!"
  • Amenazas o intimidación: La mujer amenaza o intimida a la pareja para conseguir un beneficio propio. Esto suele estar relacionado con la pérdida de la relación o con los hijos. Por ejemplo: "Como sigas así te dejaré y a ver qué haces sin mí, nadie te va a querer", "cualquier día me encontrarás muerta y luego apáñatelas con los niños", "pégame, atrévete, ya verás que pasa, te denunciaré y acabarás en la cárcel" o "al final te dejaré y ya veremos qué haces sin poder ver a tus hijos, la custodia me la darán a mí así que olvídate de ellos". En estos casos el hombre se siente totalmente obligado a hacer lo que la mujer ordena porque sabe que la ley aunque esté cambiando suele priorizar a la madre y tiene miedo de perder a sus hijos.
  • Control: A menudo la mujer que ejerce la violencia psicológica lo hace a través del control hacia el hombre. Aparenta un interés inocente por lo que hace su pareja pero en realidad está buscando el máximo de información posible para luego utilizarla en su contra: "¿Dónde has estado?, ¿


    Qué has hecho?, ¿había muchas mujeres?..." A partir de ahí se desencadena un chantaje emocional en el que el hombre se ve acorralado: "con ella eres más simpático que conmigo, con ella eres más cariñoso, no estás como antes, ya no me quieres". El hombre se dedica a justificarse e incluso deja de hacer lo que le apetece por miedo al interrogatorio y discusión posterior.
  • Manipulación de la realidad: No sabes cómo lo hace pero aunque tengas muy claro en la discusión que ella es la responsable, acabas tú pidiendo disculpas y sintiéndote culpable. Además, es capaz de recriminarte cosas del pasado que aparentemente estaban resueltas. Siempre salen a la luz (a la más mínima discusión) aspectos que te duelen y utiliza sus armas para darte donde más te duele: "no me extraña que tu madre pase de ti y quiera más a tu hermano, si no te preocupas por nadie, sólo por tu trabajo"




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